Me imagino que el título no os llamará mucho la atención porque el verano es tiempo de viajes, escapadas y aventuras. Pero, en este caso, al hablar de equipaje no me refiero a una maletita de fin de semana y una pequeña mochila... sino a empaquetar todo lo vivido en este instituto durante los últimos 16 años (me temo que para esto voy a necesitar un furgón y muchísimos gigabytes).
Es como en los chistes: "tengo una noticia buena y una mala, ¿cuál quieres que te diga primero?". En este caso, la noticia buena y la mala son la misma.
Me voy de la Serna. Debido a los recortes que ha realizado la Conserjería de Educación de la Comunidad de Madrid, dejamos este instituto 9 profesores.
Lo malo de la noticia es que dejo detrás bastantes proyectos en marcha y queridos compañeros y alumnos a los que echaré terriblemente de menos.
Muchos de mis compañeros del claustro aún no saben que cuando empiece el nuevo curso ya no formaré parte de La Serna pero el día 1 de septiembre los veré y nos podremos despedir.
Sin embargo llevo días pensando que esto es algo que no podré hacer con todos vosotros, mis alumnos (en esta categoría incluyo también a aquellos que, sin serlo, habéis participado en las actividades o habéis formado parte de mi vida en estos años).
Me gustaría poder despedirme de cada uno de vosotros con un abrazo pero, como solo veré a los que se durmieron durante el curso y tienen que examinarse de algo o entregar trabajos en septiembre, aprovecho para ello este blog, que empezó tímidamente como práctica de un curso de formación y que se ha convertido para mí en algo imprescindible.
Sabed que me voy cargada de buenos momentos. Tengo mi disco duro repleto de vuestras miradas de asombro, de vuestras risas, de esa confianza que me habéis demostrado cada vez que os he embarcado en alguno de nuestros líos ¡bendita inocencia!, de vuestra rebeldía, de vuestra generosidad y de vuestra pasión.
Y que he disfrutado y aprendido mucho con -y de- vosotros. Sabed que me voy cargada de buenos momentos. Tengo mi disco duro repleto de vuestras miradas de asombro, de vuestras risas, de esa confianza que me habéis demostrado cada vez que os he embarcado en alguno de nuestros líos ¡bendita inocencia!, de vuestra rebeldía, de vuestra generosidad y de vuestra pasión.
Y la parte buena de la noticia es que ya sé cuál será mi centro el año que viene (algo que, aunque parezca mentira, otros muchos profesores en mi misma situación aún desconocen).
No dejo la zona Sur, el próximo curso daré clases en el IES Ítaca de Alcorcón, a tiro de piedra con el metrosur.
Y que, para mí, empieza una nueva etapa que estoy segura que será tan interesante y enriquecedora como esta que termina.
A partir de ahora serán mis compañeros, Emilio Laut y Julián Santamaría, los que gestionen el blog del departamento en el que podréis seguir encontrando referencias, actividades recursos e ideas interesantes relacionadas con la Educación Plástica.
Por mi parte, he puesto en marcha un nuevo blog, con las mismas intenciones que este pero ligado a mí y no a un determinado centro educativo, al que iré subiendo todo lo que queda pendiente de este curso y no me ha dado tiempo a publicar hasta ahora. Se llama "Veo veo, ¿qué ves?"
Y los locos del reciclaje y los manitas, podéis encontrarme en El taller de Pepa, un blog en el que colgamos tutoriales e ideas.
Y, como despedida, os dejo Ítaca, el poema de Konstantino Kavafis:
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
¡Un fuerte abrazo y buena travesía a todos!
Mariajo(sé)
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
"Ulises y las sirenas" de John William Waterhouse |
Mariajo(sé)